Informe Anual 2020

15 El Tribunal de Cuentas ante la pandemia del COVID-19 Continuidad en el ejercicio de sus competencias fiscalizadora y jurisdiccional Las Instituciones de control deben mantenerse atentas a los nuevos retos , reforzando los controles, buscando nuevas soluciones y recomendando medidas que, desde el ámbito de la normativa o de las prácticas de gestión, redunden en el buen gobierno, todo ello con el fin de contribuir a la mejora de la gestión pública, aportando a la sociedad un valor añadido. Sin duda el gran asunto emergente en 2020 fue la pandemia del COVID-19, que ha requerido de los gobiernos y a las entidades públicas reaccionar con celeridad en la toma de decisiones, aplicar procedimientos de gestión extraordinarios y movilizar un volumen ingente de recursos para paliar, no sólo los efectos sanitarios, sino también los efectos sociales y económicos colaterales generados, y además programarlos con perspectiva de futuro, en la medida en que se exige una actuación que habrá de prolongarse en el tiempo. La gestión de la crisis ha conllevado un importante incremento de riesgos en el empleo de ingresos y gastos públicos , en la medida en que se han producido cambios en la legislación fiscal y financiera, modificaciones en la actuación presupuestaria, un uso intensivo de los procedimientos de emergencia en áreas como la contratación o las subvenciones, entre otras medidas. Por lo tanto, la gestión económico-financiera de la crisis del COVID-19, en particular de las múltiples medidas adoptadas para paliar sus efectos sanitarios, económicos y sociales, constituye una de las prioridades para el Tribunal de Cuentas. Durante 2020 se analizaron las principales áreas de riesgo derivadas de la gestión de aquella, recogiéndose en el Programa de Fiscalizaciones para 2021, aprobado en diciembre de 2020, diversas actuaciones referidas a las medidas adoptadas con ocasión de la misma y a las de reestructuración económica aplicadas con posterioridad. En todo caso, las repercusiones de la pandemia también afectarán a los futuros trabajos del Tribunal, por la persistencia de los efectos de la crisis. La ejecución oportuna de los controles sobre la gestión de la pandemia por las instituciones fiscalizadoras y su enfoque prospectivo ofrecerá una respuesta rápida en el tiempo, de modo que sus resultados y recomendaciones sean útiles para que los gestores públicos puedan identificar debilidades y realizar mejoras en los procedimientos, en los sistemas y en las organizaciones, que podrán incorporarse en los siguientes periodos de programación, contribuyendo con ello a fortalecer la gestión del sector público.

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